Firewatch

No me había dado cuenta hasta que jugué Firewatch que las pequeñas historias están desapareciendo, siempre solemos ver grandes héroes o heroínas que están destinados a salvar el mundo, elegidos por el destino como los portadores de la salvación, llegamos a Firewatch y nos presentan como Henry, un día sale de fiesta y conoce a Julia. Nada es increíble y espectacular, pero solo en los primeros 20 minutos del juego, los desarrolladores de Campo Santo, nos presentan una situación que para nosotros es cotidiana. No presento esto como un problema sino como una genialidad, rompe con lo establecido, gracias a él, desearía tener más situaciones cotidianas, historias alcanzables en este mundo y que nos hagan ver lo maravilloso que puede llegar ser.

Como pienso que es un juego obligatorio, no hablaré mucho sobre la historia, tan solo diré que los largos paseos, con el walkie talkie en la mano pasan como fórmulas 1. Las conversaciones son absorbentes, despreocupadas y a veces rozan a simpleza absoluta, y ahí está la magia. Y aunque las opciones de diálogo son escasas, esas elecciones que tiene el jugador para seguir una conversación, esa libertad te hace sentir Henry.

Gráficamente no es nada del otro mundo, pero es bonito como él solo. Los destellos de luz a través de los árboles, el cielo estrellado acompañado del silencio, que es interrumpido de vez en cuando por la voz de Delilah. La dinámica día-noche que transcurre enlazada a los acontecimientos de la historia, combinada con los sonidos del agua y los animales… Y finalmente, por encima de todo eso, la banda sonora, esas notas de piano y guitarra, que hacen que tus pasos necesiten seguir su ritmo, transforma la experiencia en un sueño que toda persona quiere alcanzar, decidido, voy a ser guardabosques.

El aspecto gráfico es magnífico, pero encontramos el problema de las mecánicas para avanzar en la montaña, si necesitamos escalar una pared, todas las paredes del territorio serán iguales, si necesitamos hacer rapel, todas las caídas serán iguales, lo que personalmente me saca de historia por completo. Pero otra en cambio, me reintroducen en ellas. El mapa y la brújula son un elemento esencial desde el principio, y mentiría si no dijera que me he perdido más de una vez y los he tenido en la mano durante los primeros viajes, y aunque sea un juego bastante lineal, me gusta tener ese sentimiento de llegar a una zona desconocida para nosotros, pero seamos capaces de orientarnos únicamente con estas herramientas, porque al final, el terreno lo conoceremos como la palma de nuestra mano.

Por último, me gustaría hablar del sentimiento de soledad porque es enorme, Henry esta solo durante todo el verano, no tiene contacto físico con otros seres humanos. Encarnamos a una persona adulta que busca pensar, tomarse un tiempo para él y decidir, y todos nosotros, tengamos la edad que tengamos, alguna vez hemos querido dejar todo atrás y empezar algo nuevo. Firewatch es ese respiro que nosotros podemos usar en nuestro beneficio, y, al fin y al cabo, darnos cuenta que por mucho que nos alejemos, algunos problemas, nunca se van.